El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de julio de 2021, decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 3.00 %
anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 %
anual.
De acuerdo al comunicado del BCRD, la decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación. En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en junio fue de 0.63 %, mientras que la inflación acumulada durante el primer semestre de 2021 fue de 4.01 %.
De este modo, la inflación interanual se moderó al pasar de 10.48 % en mayo a 9.32 % en junio. A la vez, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 6.00 % interanual en junio.
La dinámica reciente de la inflación ha estado afectada por choques de costos transitorios asociados a incrementos en los precios de insumos alimenticios importados, así como a
mayores precios internacionales del petróleo y de los costos globales de fletes. No obstante, recientemente se ha observado una disminución importante en los precios internacionales de
algunos bienes agrícolas desde los máximos alcanzados en el mes de mayo, como el maíz, el trigo y la soya, así como insumos de la construcción, como la madera y el acero. Estos
menores precios externos deberán contribuir a atenuar las presiones inflacionarias a nivel interno, condicionado a que no se presenten episodios de volatilidad excesiva en los precios
del petróleo en los próximos meses.
En ese sentido, el sistema de pronósticos del BCRD indica que la inflación continuaría moderándose en los próximos meses, convergiendo gradualmente al rango meta de 4 % ± 1 % durante el horizonte de política monetaria. Esta senda proyectada para la inflación y las expectativas ancladas a la meta, unido a la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos, permiten al Banco Central gestionar activamente los niveles de liquidez de la economía, consistentes con el proceso de consolidación de la recuperación económica, que contribuyan al mantenimiento de la estabilidad de precios.
En el entorno internacional, se han logrado avances importantes en los procesos de vacunación contra el COVID-19 en múltiples países, lo que ha contribuido a perspectivas económicas más positivas. En ese sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su más reciente actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial prevé una expansión para la economía global de 6.0 % en 2021, el crecimiento mundial más alto en casi 50 años.
Para Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, las perspectivas son cada vez más optimistas, apuntando a un crecimiento de 7.0 % para 2021, según el FMI.
En efecto, la economía estadounidense se expandió en 12.2 % interanual durante el segundo trimestre de 2021, mientras la inflación se situó 5.4 % en junio. En este contexto, se prevé que la Reserva Federal mantenga la tasa de fondos federales en el rango de 0.0 % y 0.25 % anual durante 2021, a la vez que mantiene los programas de inyección de liquidez a los mercados financieros.
Por otro lado, la actividad económica en la Zona Euro se está recuperando de forma más gradual, proyectándose para 2021 una expansión de 4.6 %. Frente a esta coyuntura, el Banco Central Europeo mantiene la tasa de depósitos overnight en -0.50 % anual, mientras implementa medidas de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados en el mercado secundario, así como operaciones de refinanciamiento de largo plazo.
En América Latina, las perspectivas del FMI para la mayoría de países han mejorado, previéndose una expansión de 5.8 % en 2021 para la región, si bien aún condicionada por la evolución de los contagios y las tensiones socio-políticas en economías importantes de la región.
En este contexto, la mayoría de los bancos centrales mantienen posturas expansivas, aunque algunas de las economías más grandes de la región, como Brasil, Chile y México han iniciado el retiro gradual del estímulo monetario, influenciado por presiones cambiarias, políticas fiscales expansivas y riesgos de desanclaje de sus expectativas de inflación.
Con relación a las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se situó en torno a US$71 dólares el barril en promedio durante julio, similar al promedio del mes anterior.
Los organismos especializados esperan que los precios del crudo se moderen en el resto del año, incidido por el incremento gradual de la oferta acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), así como por la normalización en la producción en el resto del mundo.
Por otro lado, el precio promedio del oro se ubicó alrededor de US$ 1,800 dólares por onza troy en julio, al ser utilizado como refugio de valor, lo que beneficia a la República Dominicana a través de las exportaciones de este metal.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la economía dominicana se ha acelerado, destacándose el crecimiento significativo del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) de 12.7 % interanual durante el mes de junio, siendo inclusive un 4.7 % más alto que el nivel de actividad observado en junio de 2019, previo a la pandemia.
En términos acumulados, el crecimiento durante el primer semestre de 2021 se ubica en 13.3 %, influenciado por el dinamismo de sectores con un alto encadenamiento productivo como Construcción, Manufactura Local, Zonas Francas, Comercio, entre otros.
En este contexto, las proyecciones de crecimiento económico se han revisado al alza, ubicándose en torno a 9%-10% para este año 2021. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en el dinamismo de la economía mundial, el avance en el plan de vacunación y la mejoría gradual del turismo, así como en el esfuerzo coordinado de las políticas monetaria y fiscal para consolidar la reactivación de la demanda interna.
En efecto, el Banco Central ha implementado un amplio programa de estímulo desde marzo de 2020 a través de la reducción en 150 puntos básicos en la tasa de política monetaria y medidas para incentivar el crédito privado por aproximadamente 5 % del PIB.
En particular, los intermediarios financieros han canalizado préstamos y refinanciamientos por la totalidad de los RD$215 mil millones del programa de provisión de liquidez en moneda nacional, a través de reportos, disminución de encaje legal y la Facilidad de Liquidez Rápida. Estos instrumentos ya alcanzaron el punto máximo de utilización y los recursos provistos retornarían gradualmente al Banco Central, conforme sean amortizados los préstamos otorgados al sector privado, con excepción de las líneas de créditos que habían sido otorgadas a empresas que podrían recolocarse.
Las medidas de estímulo monetario han sido exitosas, incidiendo en una reducción de la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca múltiple de unos 400 puntos básicos, mientras que los préstamos privados en moneda nacional se expanden en torno a 9 % interanual al cierre de julio, una de las tasas de crecimiento más altas de la región.
Por otro lado, se mantiene la tendencia positiva en las recaudaciones tributarias como un reflejo de la recuperación de la demanda interna. Asimismo, el avance en los planes de vacunación y la reactivación prevista en el gasto de capital durante los próximos meses, contribuirán a las perspectivas favorables que se tienen para la economía dominicana para el resto del año.
En el sector externo, continúa el buen desempeño de las remesas que crecieron 51 % durante el primer semestre y se estima que superarían los US$10,600 millones para el cierre de año 2021; mientras que el turismo se recupera gradualmente al recibir aproximadamente el 80 % de los pasajeros no residentes que arribaron durante el mismo mes de 2019.
Asimismo, se mantiene el dinamismo de las exportaciones de zonas francas, al crecer 32.3% en el primer semestre del 2021, y continúan elevados los flujos de Inversión Extranjera Directa, que se estima se ubicarían en torno a los US$3 mil millones para el cierre del año. Se espera que las actividades del sector externo continúen con este buen desempeño, beneficiadas por el repunte de la economía de EUA y por la implementación de medidas de estímulo fiscal en ese país.
Los niveles de reservas internacionales se mantienen elevados, por encima de los US$ 12,600 millones al cierre de junio, equivalentes a una cobertura de más de 14 % del PIB y unos 7 meses de importaciones, superiores a las métricas recomendadas internacionalmente. Esta posición fuerte de reservas y la mejoría en el flujo de divisas han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una ausencia de presiones cambiarias durante el presente año.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.
En ese sentido, se mantendrá dando especial seguimiento al impacto de la pandemia del COVID-19 y la evolución de las presiones inflacionarias importadas, encontrándose preparada para adoptar las medidas necesarias ante factores que puedan poner en riesgo el objetivo de inflación y afectar la estabilidad macroeconómica.